El 12 de octubre, las comunidades e individuos implicados en la Acción Contra la Nube se (re)unen a las luchas en marcha contra las formas genocidas, ecocidas y epistemicidas de opresión, extracción, borrado y agotamiento.
El 12 de octubre marca la invasión transoceánica de Abya Yala (también conocida como América) y hoy en día muches lo celebran activamente como el "Día de la Raza" o el "día de la Hispanidad" (sic). Les activistas han reivindicado este día para tener presentes las atrocidades del colonialismo y, en su lugar, celebrar la resistencia indígena, afrodescendiente y anticolonial: " ¡Nada que celebrar!
El capitalismo colonial histórico se construye con recursos y mano de obra robados; también impone lógicas y formas de pensar. El régimen de La Nube capitalista de hoy depende profundamente de la continuación de cadenas globales de extracción, explotación y desposesión:
Las infraestructuras de redes globales siguen las rutas establecidas de las infraestructuras imperiales y coloniales (las mismas que estaban siendo navegadas el 12 de octubre de 1492). En 2018 se construyó el primer cable de comunicaciones submarino entre el continente africano y América del Sur.
La Nube continúa con los modos paternalistas euro/occidentales a través de la imposición de un tecno-solucionismo en respuesta a todas las dificultades: ecológicas, sociales, económicas y epistémicas.
La Nube, como catalizador de la tecnología digital contemporánea, es un monocultivo: es monocultural. Se basa en una narrativa central, principal y única. De esta manera, priva de las tecnodiversidades vernáculas, situadas y específicas que son fundamentales para la resistencia y la supervivencia.
La expansión de las infraestructuras computacionales y los dispositivos cada vez más baratos conllevan enormes costos ambientales debido a la extracción y el vertido: La Nube depende de enormes cantidades de minerales, agua para enfriar y energía para hacer funcionar centros de datos que consumen mucha energía. Los beneficios de La Nube no regresan a los agotados sitios de extracción. En cambio, los sistemas del capitalismo de La Nube se apoderan de tierras en todo el mundo para arrojar sus residuos electrónicos tóxicos.
La Big Tech estadounidense ha superado a los gigantes energéticos del Big Oil como ExxonMobil, BP, Chevron y Shell. La Nube impulsa el capitalismo promoviendo el crecimiento y la desposesión, creando disparidades cada vez mayores entre los ultra-ricos y el resto.
La IA y las tecnologías algorítmicas en la Nube están hechas para alimentar La Nube. En primer lugar, consumen recursos intensivamente y requieren de un procesamiento continuo en línea, en La Nube. En segundo lugar, se entrenan con grandes conjuntos de datos que se recopilan sin el consentimiento de les usuaries, en La Nube. Por último, pero no por ello menos importante, la IA está sesgada para dar prioridad a los sujetos privilegiados: capaces, blancos, heterosexuales, hombres, acomodados y angloparlantes. Estas cuestiones no son un efecto secundario, sino que funcionan exactamente según lo previsto.
La Nube reorganiza el trabajo de forma que optimiza la mano de obra precaria, rompe sindicatos y externaliza todos los riesgos y los costes de producción. Esta mano de obra altamente explotada y racializada posibilita las supuestas maravillas de la IA y la automatización de la Nube, pero queda ocultada por sus interfaces fluidas y ágiles.
La Nube extiende el alcance del capitalismo a todos los ámbitos de la vida. Como sabemos, el capitalismo se basa en la explotación colonial y el racismo estructural.
La Nube depende del traslado de sus operaciones fuera del Norte Global, lo que permite a las Big Tech evitar las regulaciones legales, y extraer aún más datos. Al igual que las laxas leyes de protección laboral permitieron las cadenas de producción fordistas globales aún existentes, las laxas leyes de protección al consumidor y de neutralidad de la red permiten las infraestructuras de captura aún más poderosas e intrusivas de la Nube.
La Nube apoya la ampliación y fortificación de las fronteras al convertirse en un requisito indispensable para desenvolverse en la vida, pero también al proporcionar tecnologías e infraestructuras para la vigilancia selectiva por parte de los Estados nación y sus regímenes fronterizos asesinos.
La expansión de las infraestructuras informáticas hace que algunas vidas sean más cómodas a costa de otras (recordemos que detrás de Manchester estaba Mississippi, y detrás de Catalunya estaba Cuba). Dado que las logí(sti)cas coloniales de La Nube están muy metidas en nuestros bolsillos, en nuestras escuelas, en nuestros colectivos, tendremos que trabajar aún más duro para organizarnos contra la opresión. La lucha anticolonial se cruza con la acción contra La Nube; por eso nos uniremos a las acciones organizadas el 12 de octubre, y por eso añadiremos algunas más.
- ¡ninguna nube que celebrar!
- ¡por la abolición del régimen colonial de la nube!
- ¡abajo los muros de la Europa Fortaleza! ¡abajo la nube!
- ¡fin a las nubes fósiles YA!
- ¡por más solidaridad elástica y anti-colonial!
- si la abolición fuera un lugar, no sería AWS
- que paguen por las pérdidas y los daños
- ¡infraestructuras antifascistas YA!
- soñando en las ruinas de las Big Tech
- haz técnica donde estés
- los fines de los mundos nunca provocaron tantos beneficios
- Para adherirte al día de acción, individual, colectiva o institucionalmente, por favor implícate apuntándote a esta mailing list: https://boucan.domainepublic.net/mailman3/postorius/lists/8m.lists.constantvzw.org/
- Para últimas noticias: https://systerserver.town/@digitaldepletion
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