No
es una anécdota. Es
la
memoria oficial
de cómo se estableció uno
de los
regímenes
tecnosociales
más nocivos
del presente. La
meticulosa cosecha de nubascos es una operación en parte de
desvelamiento, en parte de confirmación. No
es una anécdota. Es
la
confirmación
personal
de cómo se hace
llegar
uno
de los
regímenes
tecnosociales
más nocivos
del presente a
su pantalla.
La
meticulosa peregrinación
del
gestor de contenidos (aka
aquel con la contraseña para editar http://www.mariosantamaria.net)
es un procedimiento
en parte de desvelamiento, en parte de confirmación.
Se
ha levantado un régimen de
turbocapital que orbita en torno a sobre todo tres ejes: la
figuración de la nube, el software, la plataforma y la
infraestructura como servicios (SaaS, PaaS e IaaS, respectivamente) y
la escalabilidad vertical estandarizada (que permite la computación
bajo demanda y la customización). Se ha levantado un régimen
tecnocolonial que pendula en torno a sobre todo dos planos: el
epistemicidio (la aniquilación por vía informática y a escala
global de cosmovisiones, sensibilidades, saberes, códigos o sistemas
de inscripción) y el extractivismo (el esquilme por vía matemática
y a escala planetaria de atenciones, vinculaciones y tierras raras o
no).
No
es diversidad, es el aplanamiento de la espesura de lo que hay. Y por
eso importa la atención a los modelos y su sencilla
bidimensionalidad. Toda esa complejidad en un trazo esquemático,
acaso con un intento de sombreado automático. Toda esa rugosidad en
un contraste limpio, pulido, como si. No es diversidad, es
aplastamiento de la distancia entre lo que hay. Y por eso importa la
atención a los paquetes y su supuesta linealidad. Toda esa
complejidad en una circulación eficaz, acaso con un intento de
desterritorialización automática. Toda esa rugosidad en una entrega
rápida, inmediata, como si.
No
es solo el ordenador de un tercero, y eso lo cambia todo. El mapeo de
la red de inter-dependencias desde los mulliditos recovecos de las
representaciones de la llamada nube, o en el mundo que corre entre
nodo y nodo de telecomunicación, se convierte en una tarea vaporosa
y tediosa, con matices difusos y casi imposible de producir un
posicionamiento. Casi, porque sí cabe figurarse la abolición de
aquello que produce luz de gas al desposeer del relato de lo
inaprensible y al limitar lo que en realidad sí se puede, pero de
otros modos. Cabe figurarse la abolición de aquello que evita
expresarse en toda su violencia, que requiere mil trazos para
perfilar un asentamiento tan profundo y excluyente de los modos de
entender, de existir, de ponerse en relación.
Jara
Rocha, abril 2022
+ info sobre Physical Data en espai L de la Casa Canals https://agenda.cultura.gencat.cat/content/agenda/ca/article.html?c=eyJrZXl3b3JkcyI6Im5pdCIsImRhdGFPcHRpb24iOiIiLCJkYXRhRGVzZGUiOiIiLCJkYXRhRmluc2EiOiIiLCJlc3BhaSI6IiIsInBvYmxhY2lvIjoiIiwiYW1iaXRzIjpbXSwiY2F0ZWdvcmllcyI6W119&page=0&article=20220520016
+ info sobre trabajo de Mario Santamaría https://mariosantamaria.net/