Biomitomecánica de la presencia
Una
película a base de incorporaciones del presente. Su posibilidad. Su
inexportabilidad. Y una
escultura cilíndrica, de maestría fallera. Mar Reykjavik se expone
al estudio, manipulación y manufactura de mecanismos y metodologías
que expliciten una traducción a lo real. No es, por tanto, un
estudio del presente
sino de la biomitomecánica
que hace, técnicamente, emerger
presencias.
Para
Sylvia Wynter, las categorías de lo biológico o fisiológico se
constituyen en mutuidad con aquellas de lo narrativo, lo relatado, lo
representado culturalmente. Por eso, desde su rotunda crítica al
humanismo moderno-colonial,
propone una revisión constante desde la complejidad biomítica con
que se es. Es una praxis biomítica, la
humaneza.
La Voltereta atiende a la
mecánica de esta praxis, en su defensa.
La humaneza
emergiendo a través de operaciones
de recursión, no tanto en
cambio universal.
La humaneza defendiendo
el ensanchamiento de las formas del presente, que no la linealidad
del tiempo ni la geometría
euclidiana de la que no hay afuera.
Una zona ancha espaciotemporal, un
volumen a la vista que cambiará por combustión en iteración. Se
quema hasta por dentro, una y otra vez y así apuntala la presencia
fuera de quicio, en el espacio-tiempo ritual.
La
Voltereta moviliza procesos
auto-instituyentes que tienen la potencia de reinscribir o
re-escribir las operaciones de humaneza en el hacer. En el
auto-manufacturarse: versionar,
crecer, cantar, inventar. En la auto-institución hay siempre giro,
la cosa es desde dónde operarlo: ¿impresión <>
inercia? ¿transformación <> dolencia? ¿invocación <>
ficción? ¿intuición <> abrazo? ¿nutación
<>
reparación?
Primero
está la fase de impulso, con la semiosomática de lo rígido, lo
controlado, la ordenación de posiciones. Para hacerla aquí-ahora,
cuatro actos en digital. Luego está el fuego, ritual para oscilar el
eje en movimiento, la nutación
de las formas. Y luego viene la caída en actos analógicos, una
redistribución de lo factible y de lo sensible cuya salida será
parecida al presente, pero habiendo encarnado la energía rotacional,
una inercia, una memoria,
una imaginación, unas
formas de hacer. Después
de la caída el presente es impresentable y urge seguir intentando su
biomitomecánica. En la
maestría del fallo, while
mastering the fall. Somos
la humaneza defendiéndose.
Jara Rocha, Junio 2022
+ info exposición "La voltereta" en Galería Àngels Barcelona http://angelsbarcelona.com/en/artists/mar-reykjavik/exhibitions/la-voltereta/287
+ info trabajo Mar Reykjavik https://www.mataderomadrid.org/en/residence/mar-reykjavik